Existen múltiples enfermedades que afectan el sistema digestivo y los intestinos, las cuales, en su mayoría son producidas por factores ambientales, bacterias, parásitos, virus y algunos alimentos; por ello, podemos aplicar algunas conductas en nuestra vida diaria con el fin de mitigar ciertos daños y riesgos y de esta manera, prevenir complicaciones en el sistema digestivo.

1. Alimentación adecuada

La alimentación saludable garantiza el bienestar de nuestro cuerpo y en especial del sistema digestivo, pues una mala alimentación nos hace más propensos a tener enfermedades allí. Por ello, es importante tener una dieta variada y rica en proteínas vegetales y alimentos con valor nutritivo como las frutas, las verduras, frutos secos, legumbres, así como evitar las grasas saturadas y las comidas rápidas, cargadas de azúcares y grasas que además resultan adictivas. Evítalas con mayor frecuencia si tienes cálculos en la vesícula, ya que estás más predispuesto a una pancreatitis o un cólico biliar.

2. Ejercicio físico

El ejercicio posee múltiples beneficios para el sistema digestivo debido a su estrecha relación con el movimiento, algunos de ellos son:

• Favorece el tránsito intestinal ya que regula los hábitos de evacuación y previene el estreñimiento, la diverticulosis y disminuye el riesgo de sufrir cáncer de colón.
• Aumenta el metabolismo y acelera el proceso digestivo, evitando la sensación de pesadez y reduciendo el riesgo de estreñimiento.
• Reduce el estrés y los síntomas digestivos asociados a éste.
• Mejora el control del apetito al provocar cambios hormonales, por lo que ayuda a evitar ingestas copiosas que generan molestias gastrointestinales.

3. Hábitos de higiene 

Los virus, bacterias o parásitos entran a nuestro cuerpo por alimentos, agua contaminada o la forma más cercana, nuestras manos, que al estar contaminados inciden en intoxicaciones y enfermedades gastrointestinales.

Te recomendamos algunas medidas de prevención:

• Lava bien tus manos con agua y jabón antes y después de comer, antes de cocinar, después de ir al baño y antes de amamantar.
• Ten higiene en la preparación de los alimentos
• Evita consumir alimentos preparados en lugares ambulantes o con condiciones de salubridad deficientes
• No ingieras comidas guardadas o alimentos vencidos.
• Toma al menos dos litros de agua diariamente, que esté hervida o embotellada.
• Mantén una adecuada higiene de los baños 

4. Evita el estrés

En altos niveles de estrés se liberan cortisol y catecolaminas, hormonas que afectan el proceso digestivo y pueden ser causantes de enfermedades como úlceras, síndrome de colon irritable, inflamación intestinal, reflujos esofágicos y ardor de estómago.  

Para evitar estas complicaciones es fundamental dormir adecuadamente, dedicar tiempo a nuestra alimentación con horarios establecidos para comer y una dieta balanceada; además debes comer y masticar bien los alimentos, ya que los nervios pueden hacer que no absorbas los nutrientes de los alimentos, causando así un déficit de hierro, minerales y vitaminas en nuestro organismo.